viernes, 11 de diciembre de 2009

La Ética judicial puede esperar

A juzgar por los hechos, cualquier hijo de vecino concluiría que a la Corte le importa poco – o casi nada - que el Tribunal de Ética Judicial y el Consejo Consultivo de Ética Judicial están hace tres meses acéfalos. Es por ello que no proyecta nombrar a sus integrantes, pese a los insistentes urgimientos presentados por los responsables de dicha repartición judicial.

La cuestión es tan evidente que otros “más suspicaces” sugieren que el Tribunal de Ética “era la piedrita en el zapato” de ciertos magistrados y que por ello, “mantenerlos en el freezer” algún tiempito prudencial bastaría para restarle vitalidad y ganas de investigar ciertos hechos poco decorosos dentro de la Administración de Justicia.

Me niego a caer en semejante conclusión sin antes consultar con ustedes, mis cordiales lectores cuya presencia leal ha fortalecido este espacio de comentarios judiciales con periodicidad exclusiva en un medio escrito.

Hay actitudes que dicen más leyéndose entre líneas que intentando enérgicamente justificarlas. Por mucho que la Corte y en especial su actual titular, doctor Antonio Fretes, busque “lavar la cara de la Justicia”, este tipo de postergaciones, no encierran un ápice de lógica.

Y si buscamos en la lista de atenuantes podríamos forzar una respuesta en el contexto actual de la Máxima Instancia Judicial. Con un cupo constitucional previsto para nueve miembros y funcionando desde hace 2 años y medio con ocho y otro medio año con una nueva vacancia, mal podríamos esperar que con un chasquido de dedos, las resoluciones de la Corte sean diligentes.

Sin embargo, habiéndose puesto a conocimiento de los integrantes de la Corte en junio pasado que “se veía venir” el vencimiento de mandato de los miembros de ambas oficinas éticas, justamente en un intento –hoy fallido- de evitar la presente acefalía, no se puede explicar la indiferencia institucional de la Corte advertida a todas luces en este caso.

El 27 de octubre pasado, en su página web, la CIEJ “Comisión Iberoamericana de Ética Judicial” manifestó su respaldo por la pronta constitución de los tribunales éticos en el país.

“El mandato de sus actuales miembros se encuentra vencido desde el 5 de setiembre del 2009. Cabe señalar que esta situación genera que 25 expedientes de denuncias éticas presentadas ante dichos organismos se encuentren sin resolver”, expresa la noticia internacional que contribuye negativamente a la imagen de la Corte Suprema de Justicia de nuestro país.

No quiero creer que por la recusación presentada por el director de la Oficina de Ética Judicial, Esteban Kriskovich, contra dos de los integrantes de la Corte ahora estén pasando una imperceptible factura. Es que mal podrían decidir sobre la conformación del Tribunal, los ministros Víctor Núñez y Raúl Torres Kirmser, quienes en su momento recibieron la “recomendación” de evitar hechos similares, por haber asistido al mega-cumpleaños de su correligionario Juan Carlos Galaverna en el año 2007.

Así las cosas, el panorama es confuso, y mientras que la Corte no cumpla con su obligación de hacer funcionar todas las dependencias judiciales mal podríamos esperar que el 2010 sea un año cargado de novedades alentadoras, porque todo parece que la Ética Judicial puede esperar


Fuente: La Nación 08/12/2009

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