La jueza Nilse Ortiz durante la presentación de su libro “Etica Judicial”, que derivó en su procesamiento por plagio.
El lunes pasado, resolución del Consejo de Superintendencia en mano, Nilse Ortiz, de extracción colorada, se reintegró a su cargo de titular del juzgado en lo civil del 5º turno.
No lo hizo amparada por una resolución de sobreseimiento definitivo o una eventual sentencia de absolución en el proceso que soporta por violación del derecho del autor, sino gracias a la complacencia de los miembros de la Corte Suprema de Justicia y del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, presidido por los colorados Víctor Núñez y Enrique Bacchetta, respectivamente.
La suspensión de la jueza pudo ser solicitada por el Jurado o dictada de oficio por la Corte Suprema, como ya se dio en numerosos casos.
El insólito caso que involucra a la jueza Nilse Ortiz salió a luz a partir del 19 de octubre del año pasado, fecha en que la magistrada lanzó el libro “Etica Judicial”, en coincidencia con la Semana de la Etica.
La obra en cuestión presentada es la tesis mediante la cual la magistrada obtuvo el título de doctora en la Universidad Nacional de Pilar. Precisamente munida de dicho título, la jueza Ortiz se postuló nada menos que para integrar la Corte Suprema de Justicia, en reemplazo del ministro Wildo Rienzi.
La Oficina de Etica Judicial inició una investigación, ante la transcripción parcial de dos obras del sacerdote Juan Antonio de la Vega, sin referencia alguna.
Posteriormente, se constató que la obra contenía la transcripción no autorizada de obras de 31 autores extranjeros, entre ellos Rodolfo Luis Vigo (h), argentino, secretario de la Comisión Iberoamericana de Etica Judicial; el abogado y consultor chileno Juan Enrique Vargas Viancos (una obra publicada por el BID), y el sacerdote Dr. José Rubén Sanabria (mexicano, ya fallecido), entre otros, lo cual derivó en la intervención del Ministerio Público y el procesamiento de Ortiz.
Para evitar una eventual suspensión, la jueza recurrió a un permiso sin goce de sueldo por un año. Ahora, expirado el plazo, ni la Corte ni el Jurado toman medida alguna para suspenderla, pese a que el proceso sigue en curso.
SANCIÓN ÉTICA
El 4 de abril del año pasado, el Tribunal de Etica Judicial, presidido por Aníbal Cabrera Verón, sancionó a la jueza Nilse Ortiz con la “amonestación”, la más grave sanción prevista por el Código de Etica.
El Tribunal concluyó que la magistrada violó cinco artículos del Código de Etica Judicial del Paraguay: 8 (honestidad), 12 (prudencia), 14 (dignidad judicial), 19 (decoro y delicadeza) y 22 (institucionalidad judicial).
Fuente: Abc digital 04/02/09
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