En ninguna parte del documento se habla de una compensación económica a la parte afectada, aunque eso no quiere decir que no se haya dado esta cuestión fuera de los escritos protocolares.
“Habiendo examinado las circunstancias del caso y examinada la información que a su respecto hemos recibido por medios diversos, nosotros llegamos a la conclusión de que los hechos se pudieran haber desarrollado de la manera señalada por VE, y que, en consecuencia, ello lo situaría fuera de responsabilidad en lo que a la afectación de nuestros derechos se refiere y no nos sentimos víctimas del delito de plagio, respecto a la obra consignada con anterioridad”, dice parte del documento.
Agrega: Consecuentemente, así persuadidos de la situación y sus particularidades, relevándolo, en lo que a nuestros derechos y acciones respecta, en forma absoluta de toda responsabilidad personal en su producción, nos permitimos dirigirle esta correspondencia, tanto por vía electrónica, como por correo convencional, autorizando su presentación como mejor convenga a los derechos de VE y a la estrategia profesional que los colegas consideran conveniente implementar a sus mismo efectos”.
Los autores argentinos, cuya obra fue plagiada, aclaran en tono enfático: “De esta forma, el caso ventilado, en cuanto nosotros respecta, no genera ninguna consecuencia ulterior y se halla cerrado en forma definitiva e irrevocable”.
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